En dos días seguidos las iglesias de Santa
Cruz y Abangares fueron visitadas por el hampa, el Santuario Nacional del Santo Cristo de Esquipulas y el Templo San Jorge respectivamente fueron atacados. El primero al ingresar un drogadicto y forzar las alcancías
donde los fieles dejan sus ofrendas y el segundo del cual fue sustraído el
Sagrario, que es donde se guarda el Sagrado Sacramento.
Iglesia de Santa Cruz Santuario Nacional del Santo Cristo de Esquípulas
Por supuesto que en las redes sociales los
comentarios de los creyentes se han hecho escuchar y van desde indignación hasta
el clásico “no tienen temor a Dios”.
Templo San Jorge de Abangares
Yo desde mi punto de vista ateo puedo opinar
que en el primer caso si el drogadicto se quedó encerrado toda la noche en el templo y forzó
los candados de las alcancías, ¿Por qué Dios no protegió al templo y sus alcancías?
¡Ah! Debe de estar protegiendo a los judíos en su guerra para que no mueran a
mano de los Palestinos.
Se dice que el adicto hasta le quebró el
cuello de madera al todopoderoso Santo Cristo de Esquípulas. ¡Qué bárbaro! El
poderoso santo no se pudo defender de semejante ataque. Si Dios existiera y
evita el mal pudo haber impedido el ataque y el robo de las alcancías. ¿No es
que Dios es omnipresente? Si el Dios católico y el Santo Cristo de Esquipulas existieran
el adicto en cuestión habría amanecido curado de su adicción y de verdad que
hubiera sido un milagro. Pero no paso.
En el otro hecho presentado en el templo San
Jorge en Abangares, no deja de ser un exquisito botín para cualquier ladrón la
caja del Sagrario católico, es que está lleno de oro ¿Cuánto pesara? Es un dato
que desconozco pero en una iglesia con poca o casi nada de seguridad no deja de
ser un buen y fácil golpe del hampa el tomar fácilmente una pieza llena de oro de ese
calibre.
Si aún no encuentran el Sagrario, me imagino
que ya debe de estar fundido en alguna joyería y puesto en cadenas de oro,
anillos y aretes para su venta. En este caso, lamentablemente Dios no se presentó
a defender sus intereses con su omnipresencia.
Probablemente las múltiples ocupaciones de
Dios no le permitieron proteger sus templos y se dedicó a ayudarle a algún futbolista
a meter algún gol en algún campeonato alrededor del mundo. Eso es más importante para Dios que defenderse del mal.
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